¡Buenos días!
Hoy celebramos el Día de la Tierra. ¿Lo sabías?
La Tierra es nuestro planeta, el único que tenemos y en el que vamos a vivir toda nuestra vida.
Es una auténtica obra de arte, un prodigio de la Historia. El hecho de que tras millones de años de formación del universo se crease un planeta con condiciones adecuadas para la vida es algo increíble. Gracias a ello hemos podido aparecer nosotras, las personas. Gracias a ello pudiste nacer tú.
Aprender sobre la Tierra es fascinante. Descubrir cómo funciona este complejísimo entramado es un camino muy interesante que te invito a recorrer. Los seres de este planeta, los vivos y los inertes, han establecido unas relaciones realmente asombrosas. Quienes habitamos la Tierra somos el resultado de millones de año de evolución, de perfeccionamiento y adaptación. ¡Somos una obra maestra, cada uno de nosotros!
Y sin embargo, tenemos mucho que aprender de nosotros mismos, de nuestra relación con el planeta que nos alberga y con los elementos que la forman, de nuestra dependencia del medio ambiente que nos rodea.
Actividad voluntaria
¿Os acordáis del cuento que os conté en clase sobre una mujer que iba a ordeñar a su vaca?
Os la recuerdo... con el permiso de Pep Bruno, su autor (os recomiendo sus historias, son preciosas).
Vivía una mujer felizmente en su granja. Un día fue a ordeñar a su vaca, como cada día. De pronto, vio junto a la vaca una araña. "¡Qué asco!" dijo, y le dio un fuerte pisotón.
Así pues se puso la mujer a ordeñar a la vaca, contenta por haber acabado con aquella horrible araña. Cuando de pronto... ¡PAM! La vaca le propinó un fuerte golpe con su cuerpo, lanzando a la mujer por los aires.
- ¡Vaca gorda y desagradecida! ¿Por qué me has golpeado? -le gritó la mujer.
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió la vaca-. Es que el caballo me ha dado una coz y yo me he asustado y te he dado a ti un golpe.
La mujer se dirigió al caballo y le vociferó:
- ¡Caballo feo y desdentado! ¿Por qué has dado una coz a la vaca?
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió el caballo-. Es que el perro me ha mordido una pierna y yo me he asustado y le he dado una coz a la vaca, que te he dado a ti un golpe.
Entonces fue la mujer hacia el perro y le dijo:
- ¡Perro pulgoso y zarrapastroso! ¿Por qué le has mordido la pata al caballo?
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió el perro-. Es que el gato me ha arañado en la espalda y yo me he asustado y le he dado un mordisco al caballo en la pierna, que le ha dado una coz a la vaca, que te he dado a ti un golpe.
La mujer, que estaba realmente enfadada, buscó al gato y le gritó:
- ¡Gato andrajoso y arisco! ¿Por qué le has arañado al perro en la espalda?
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió el gato-. Es que la gallina me ha dado un picotazo en el culo y yo me he asustado y le he arañado al perro en la espalda, que le ha dado un mordisco al caballo en la pierna, que le ha dado una coz a la vaca, que te he dado a ti un golpe.
Con los ojos llenos de furia se dirigió la mujer a la gallina:
- ¡Gallina enclenque y desplumada! ¿Por qué le has dado un picotazo al gato?
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió la gallina-. Es que el ratón me ha empujado y sin querer le he dado un picotazo en el culo al gato, que le ha arañado al perro en la espalda, que le ha dado un mordisco al caballo en la pierna, que le ha dado una coz a la vaca, que te he dado a ti un golpe.
Harta ya de tanta historia la mujer cogió al ratón de la cola y, sosteniéndolo en el aire, le dijo:
- ¡Ratón enano y desagradecido! ¿Por qué le has empujado a la gallina?
- Lo siento, lo siento... no ha sido mi culpa -se defendió el ratón-. Es que el mosquito me ha picado en la cara, y yo he saltado de dolor y sin querer he empujado a la gallina, que le ha dado un picotazo en el culo al gato, que le ha arañado al perro, que le ha dado un mordisco al caballo en la pierna, que le ha dado una coz a la vaca, que te he dado a ti un golpe.
La mujer se fue a buscar al mosquito pero no lo encontró. "¿Por qué hay mosquitos en mi granja, si nunca los ha habido?" -preguntó la mujer a sus animales. Todos agacharon la cabeza, hasta que la cabra se atrevió a decir: "Es que era la araña la que atrapaba a los mosquitos para comérselos".
Y la mujer comprendió lo que había hecho.
Espero que os haya gustado la historia. Yo me he inventado buena parte, porque no recuerdo los detalles desde que se la oí contar magistralmente al propio Pep.
Os invito a enviarme una reflexión sobre este cuento. Puede ser algo escrito, un dibujo, ambas cosas, un esquema, una canción, otro cuento... cualquier cosa hecha por vosotros.
Ya sabéis que sólo lo tendré en cuenta como algo positivo para vuestra nota. Aunque el objetivo principal es que aprendáis.
¡Ah! Para terminar. Si tenéis los medios y tiempo en casa, os recomiendo una serie de documentales muy chulos sobre el planeta. Me han parecido magistrales. Podéis elegir o bien "Planeta Tierra" (no sé cómo conseguirla) o bien "Nuestro planeta" (está en Netflix), las dos producidas por David Attenborough, un verdadero apasionado de la vida. Os animo a verlas con vuestra familia y comentarlas. Merece la pena por las imágenes y las historias, pero también por lo que podemos reflexionar sobre ellas.
Feliz día.